Pescadores en el mar
Tormenta de ideas.
Este paisaje nocturno marítimo es uno de los primeros óleos que hizo Turner, con el que logró un aluvión de críticas positivas y reconocimiento en una etapa aún temprana de su carrera artística.
La noche ha caído sobre la isla de Wight, en la costa de Hampshire, y unos pescadores navegan en su pequeña embarcación por las aguas agitadas. Como buen romántico, Turner nos transmite la contraposición entre el poder humano, siempre inferior a la fuerza sublime de la naturaleza, sobre todo esa naturaleza embravecida, furiosa, y que no podemos controlar. Ya no es sólo el fuerte oleaje, está claro también en la luz, el brillo cálido del pequeño farolillo que portan los marineros en comparación con la grandiosidad de la Luna, que ilumina el cielo negro y se abre paso entre las nubes.
Con tan sólo 15 años, Turner se matriculó en la Real Academia de las Artes, y empezó en esta respetable institución pintando principalmente mediante el uso de acuarelas, aunque poco a poco se animó con el óleo, porque se dio cuenta que esta técnica le proporcionaría el anhelado mayor reconocimiento que él deseaba alcanzar. Los Pescadores fue uno de sus primeros óleos importantes, y la primera obra del genial artista que exhibieron en la Royal Academy, en 1796, cuando Turner tenía 21 años recién cumplidos.
Su pintura gustó mucho al público y le vino de perlas en el desarrollo de su carrera, ya que, años más tarde, el arte marino empezó a valorarse mucho más y se puso muy de moda en Inglaterra, probablemente provocado por las Guerras Napoleónicas y la romantización del mar, los barcos y la armada británica, que obtuvo la victoria en la célebre Batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805 (tema que el artista también pintaría en un futuro).
Desde tan joven, Turner dejó muy claro que no iba a ser un pintor cualquiera, él venía a destacar y a revolucionar el mundo del arte con su originalidad y emocionantes composiciones, fueran marítimas o no.