En el Moulin Rouge
Lautrec aprovecha para retratar a sus amigos en su antro preferido.
Una de las muchísimas obras que el pequeño gran artista ambientó en uno de sus locales preferidos de París, el recién inaugurado Moulin Rouge.
La obra es casi una de sus caricaturas, captando el instante a la perfección. La sociedad parisina se divierte en este antro de mala muerte, y el postimpresionista Lautrec aprovecha para retratar a algunos de sus amigos.
Destaca a la izquierda el rostro fantasmal de la bailarina May Milton, iluminado de forma revolucionaria y con colores que anuncian el inminente arte del futuro.
Es evidente la influencia de la fotografía y de la estampa japonesa y unacosa ya habitual es colocar una diagonal ubicando las figuras en diferentes planos para crear sensación de profundidad.