Finis Gloriae Mundi
Una de zombies.
¿Qué nos quiere decir Juan de Valdés Leal con esta obra tan oscura? ¿Acaso es bello mostrar ese cadáver podrido de un obispo?
Bueno… digamos que para los ojos de un artista del Barroco sí era bello. Después de todo, esta sórdida escena nos recuerda la banalidad de la vida terrena, la fugacidad del estar aquí, la universalidad de la muerte y demás cosas útiles para el ser humano de cualquier época, de cualquier raza o de cualquier credo.
Finis Gloriae Mundi («El fin de las glorias mundanas»)—junto a In ictu oculi («En el parpadeo de un ojo»)—es una pintura que forma parte de los llamados Jeroglíficos de las postrimerías (para la religión católica, las postrimerías son las cuatro últimas etapas por las que ha de pasar el ser humano: muerte, juicio, infierno y gloria).
Recordemos que durante la contrarreforma, la Iglesia Católica decidió combatir el recién nacido protestantismo con una de sus armas más poderosas: el arte. Y para ello llenó sus iglesias de complicadas figuras pero mensajes sencillos, como este: la vas a palmar (y puede que en un abrir y cerrar de ojos), así que espabila, únete a nosotros.
Y en el Barroco los pintores adoptaron un estilo que cubría de penumbra todo lo que no necesitaba ser recalcado.
Sevilla, de hecho, tenía un color especial en esa época: el negro. Si 100 años antes la ciudad era próspera y alegre, en el año que se pintó esta obra, sus habitantes eran la mitad (hubo una terrible peste que mató a media capital) y la crisis económica, política y social convertían a 1672 en un annus horribilis.
El caldo de cultivo ideal para que surgieran pinturas como esta, y eso para un artista como Juan de Valdés Leal le iba como anillo al dedo. Después de todo su tema preferido era la muerte.
En Finis Gloriae Mundi vemos al obispo fiambre en primer plano, con muy mal aspecto, y rodeado de bichos que se van a dar un festín. Atrás hay otro muerto, un tío cubierto por una capa. Y detrás hay una mano que aparece entre las nubes que sostiene una balanza que pesa en el lado izquierdo una naturaleza muerta con la frase «ni más», y en el derecho un libro, un corazón con las letras JHS y la frase «ni menos».