Yo + gato
Miau!
Esto que veis en vuestras pantallas es un autorretrato de la fotógrafa de vanguardia Wanda Wulz unido a un retrato de su gata Mucincina. Combinando los dos negativos, Wulz jugó con las dos imágenes para fusionarlas y conseguir una sola: la de una Cat Woman, una especie de alter-ego suyo.
Hay que entender que Wanda Wulz era amante de los gatos. Abundan los retratos de ella posando con ellos, pero nunca se había llegado a este nivel de unión.
Como un gato, Wulz era elegante y audaz. No le asustaba explorar en los márgenes de lo inexplorado en arte, y encontró en el futurismo italiano tan en boga en esa época el caldo de cultivo perfecto para sus experimentos con la fotografía.
Wulz pertenecía a una estirpe de fotógrafos y se conocía al dedillo todo tipo de técnicas, y además sabía lo mucho que podía dar de sí trabajar una imagen en el laboratorio. Entre sesión y sesión de retratos, que era lo que en realidad le daba de comer, Wanda se pasaba horas investigando en el cuarto oscuro. Un arte doméstico y privado, como un gato.
Los resultados son tan fascinantes como este maravilloso autorretrato, una foto arrasó en la exposición Futurista de Trieste.