Gótico Americano
Un fascinante icono americano conocido internacionalmente.
En plena crisis económica, el Realista Wood hace una apología de los valores tradicionales americanos y el mundo rural, el llamado regionalismo norteamericano, cuya quintaesencia es esta obra que fue tan alabada como criticada y caricaturizada desde su creación
Mientras medio país vagaba por los caminos a causa de la Gran Depresión, Grant Wood siguió retratando a su querido medio oeste por medio de esta pareja de granjeros que se convirtieron automáticamente en icono. Dos supervivientes que afrontan las vacas flacas con austeridad y trabajo duro.
Si nos fijamos, Wood imita el estilo de los pintores renacentistas flamencos, con las figuras frontales y una pintura al óleo muy minuciosa y detallada, como la de su ídolo Van Eyck. Se ve que en su estancia en Munich se empapó del arte europeo.
En realidad eran su propia hermana del artista y su dentista, que posaron para Wood bajo la promesa de que no iban a ser reconocidos. Los entusiasmados y felices modelos posan bajo una ventana típica del gótico rural americano. Quizás de ahí venga el genial título del cuadro, que Wood vendió por sólo 300 dólares al Art Institute de Chicago. Hoy en día por uno de sus paisajes se paga unos siete millones de dólares.