Huida a Egipto
Lo secundario (la comida) pasa a ser protagonista: había nacido el bodegón como género.
Pieter Aertsen o “Pedrito el largo”, llamado así por su enorme estatura, empezó su carrera pintando cuadros religiosos, pero poco a poco fue dejando las escenas principales en un plano secundario y le empezaron a interesar más las cosas que en principio no tenían importancia: muebles, comida, objetos…
Había nacido un género nuevo: el bodegón.
Por supuesto Pieter Aertsen sólo quería demostrar su pericia técnica y sus habilidades pictóricas, y ¡vaya si lo consiguió! Las naturalezas muertas se convirtieron en el género de moda en Holanda y se esparcieron por toda Europa, influyendo mucho en la siguiente generación de artistas: los barrocos.
Desde luego aquí vemos muy poco de armonía renacentista: esta montaña de comida es puro exceso barroco, el infierno de los veganos.
Aertsen muestra al fondo el tema bíblico de la huida a Egipto (la Virgen María se detiene un momento para dar limosnas a los pobres), pero es en realidad una “naturaleza muerta invertida”. Es evidente lo que le interesa mostrar al artista: el alimento. Aunque cierto es que toda esta comida está llena de simbolismo… pretende ser también una comida espiritual.
Pero el simbolismo queda enturbiado por los placeres de la comida. El estilo es, como vemos, muy realista, despertando los sentidos del espectador con tantos platos en primer plano: carnes, jamón, manteca de cerdo, pescado ahumado, patas y cabeza de cerdo, salchichas, pan, mantequilla, leche, queso…
Nos quedamos abrumados por la composición de tanta naturaleza muerta.