Joven decadente
La juventud catalana tras el baile.
Tras una larga noche de fiesta, esta joven catalana cae rendida sobre un sofá verde. Está agotada, pero no se va a dormir todavía. Está pensando algo, quizás recordando la magia de esa noche… Sostiene en su mano un libro o cuaderno. Quizás su diario, quizás algún ejemplo de esa subversiva poesía moderna que leen los jóvenes en ese decadente fin de siècle.
El caso es que esta joven decadente representa la juventud burguesa catalana de la época. Indecorosa, lánguida, moderna, cosmopolita, elegante… En definitiva, libre como no lo fueron su madre o su abuela.
Su postura lo dice todo, casi engullida por los cojines sin preocuparse en absoluto por las convenciones, aunque cierto es que está sola, transmitiendo una sensación de intimidad.
Ese vestido negro sobre el sofá verde representan los dos colores que dominan el lienzo y a la vez hacen destacar el tono juvenil de la piel y el amarillo del libro.
Ramón Casas fue el pintor de la modernidad catalana, y en muchísimas de sus obras quiso plasmar lo cotidiano, lo mundano, lo exquisitamente decadente de las mujeres de su época, un ejemplo de la evolución del rol de la mujer que estaba ocurriendo en la sociedad.