Judit decapitando a Holofernes
La venganza barroca de una artista víctima del machismo.
Artemisia Gentileschi era la niña prodigio del primer barroco italiano. Excelente pintora, hija de artista, precursora del feminismo al representar a mujeres fuertes sin el yugo masculino… Su destino parecía claro.
El problema era que era niña, y las chicas no tenían cabida en el mundo del arte de esa época, por lo que lo tuvo difícil para conseguir una formación académica.
Sin embargo, gracias a su padre, la artista consiguió al fin un profesor, un individuo con el nombre de Agostino Tassi.
Un año antes de pintar este cuadro, Tassi violó a la artista, y el hijoputa sólo fue castigado con unos pocos meses de cárcel. Además la chica sufrió una tremenda humillación en el juicio en el que fue torturada con exámenes ginecológicos y pruebas de dolor a ver si decía la verdad, viendo como su violador se marchaba de rositas
Gentileschi, agraviada, decidió seguir pintando a sus mujeres fuertes e independientes del antiguo testamento, pero esta vez plasmó sus fantasías de venganza con toda la violencia que pudo.
Ya sabemos que en el barroco, se llevaba mucho el gore… Cuanta más sangre mejor. Y fue Artemisia la más violenta de todas, superando incluso a la «Judit» de Caravaggio. Suponemos que fue una forma de canalizar el trauma, cortándole virtualmente la cabeza a su agresor.
La sangre brotando en plan surtidor del cuello de Holofernes, poniendo perdidas a Judit y a su criada; el enorme tamaño del general comparado con sus dos agresoras; los claroscuros de moda en la época… Todo en el cuadro es sorprendente y chocante y demostró a todos sus colegas que ella, con sólo 23 años, podía pintar igual o mejor que todos ellos.