Susana y los viejos
Una denuncia de Artemisia Gentileschi al acoso sexual.
La indiscutible dama del barroco italiano vuelve a denunciar los abusos sobre su género mediante la historia de Susana y los Viejos.
Según la Biblia (Libro de Daniel), la casta Susana se estaba dando un tranquilo baño cuando dos viejos verdes fueron a proponerle cosas deshonestas. La chica rechazó a los babosos, pero estos decidieron denunciarla por adulterio.
Cuando la iban a lapidar, el profeta Daniel descubrió el engaño y fueron los viejos los que acabaron apedreados.
Como sabemos, Gentileschi sufrió una violación de joven y desde entonces canalizó sus deseos de venganza por medio del arte. Aquí no vemos el gore de otras de sus obras, pero sí el acto de violencia que supone el acoso de los dos viejos (que además eran jueces). Recordemos que la artista sufrió además de la violación un humillante juicio.
Tampoco se ve aquí una excesiva influencia de Caravaggio, pero la escena es de lo más tétrica y muestra a la perfección la repugnancia de la chica y el comportamiento desagradable de los viejos, pudiendo verse en gestos, poses y composiciones anatómicas.
Por ello este tema fue tratado por numerosos artistas, desde Rembrandt o Rubens, a Franz Stuck.