
Los jugadores de ajedrez
Figuras paternales.
Obra pequeña, pero minuciosa. El realista estadounidense Thomas Eakins retrata a su señor padre, Benjamin Eakins, mirando cómo juegan Bertrand Gardel y George Holmes, que fueron los profesores del chaval, de francés y de arte, respectivamente. Son tres figuras paternales que ayudaron a forjar al hombre y al artista.
Aunque no sólo juegan al ajedrez. Podemos ver cómo se están tomando sus copazos de licor. Y no son pocos.
Eakins le regaló la pintura a su padre. Si nos fijamos en el cajón de la mesa (donde se colocan las piezas comidas) hay una inscripción en latín: BENJAMINI. EAKINS. FILIUS. PINXIT.76 (Pintado por el hijo de Benjamin Eakins en 1876).
No es por tanto una obra pública, ni de concurso, ni de museo. Es una obra personal para disfrute privado y familiar. Y quizás por eso es tan buena, tan íntima sin renunciar a la calidad y al realismo. Sólo esa espectacular iluminación desde una supuesta ventana de la derecha ya llama la atención, sobre todo en cómo incide en esa alfombra, en los rostros de estos señores y en las piezas del ajedrez.
Por cierto, hay por ahí un gato peinándose un poco para salir bien en el cuadro. Otra figura paternal, suponemos.
Thomas Eakins