La Clínica Gross
El cuadro gemelo de «La clínica Agnew», considerado por muchos en mejor cuadro norteamericano del XIX.
Ya habíamos visto la genial Clínica Agnew de Thomas Eakins, que representaba una intervención quirúrgica en una clínica. La Clínica Gross es muy parecida en temática, pero tiene sus pequeñas peculiaridades.
Aquí vemos al Dr. Samuel D. Gross dando una clase a unos estudiantes, incluido el propio Eakins autorretratado a la izquierda de todo mientras escribe algo (o seguramente dibuja…).
La lección a los estudiantes es una operación que asombra por su realismo y verosimilitud.
En esos años estaba naciendo la medicina moderna y la cirugía se empezaba a ver como profesión sanadora y no como simple técnica para amputar. Pero también eran tiempos en los que la ciencia era un espectáculo, y por ello el público parece estar en un teatro más que en un quirófano.
Por lo visto estamos aquí ante el tratamiento para una osteomielitis del fémur y Gross quiere salvarle la pierna al paciente.
Lo que llama la atención es lo excesivamente explícito del cuadro. De hecho uno de los personajes no puede ni mirar (suponemos que es la madre o esposa del paciente).
Como comprenderéis, esta contundente descripción de la cirugía fue impactante en el momento en que se expuso por primera vez. Pocos se habían atrevido a describir la cirugía de un paciente vivo como Eakins hace aquí.