La duquesa fea
Dicen que la belleza está en el interior.
Entre los tesoros de la National Gallery de Londres se encuentra este cuadro llamado “Una mujer mayor” también conocido popularmente como “La duquesa fea”.
Se trata de un retrato satírico de una aristócrata que quiere aparentar una edad inferior a la que tiene, y lo hace de forma bastante inapropiada y ridícula, ya que es así como vestía la juventud flamenca de 1513, con ese tocado aristocrático de cuernos. La mujer parece que busca también novio, pues sostiene en su mano derecha una flor roja, símbolo del compromiso, indicando que ella está tratando de atraer a un pretendiente
Quentin Matsys, con muy mala baba, dejó de lado por un momento su pintura religiosa y decidió pintar a esta señora al óleo siguiendo la tradición flamenca -aunque con evidentes influencias de los retratos grotescos de Leonardo-. Lo hizo en principio para denunciar la falta de moralidad, basándose en el ensayo de Erasmo “El elogio de la locura” (1511) un libro en el que se satiriza a las mujeres que “todavía juegan a ser coquetas”, “no las puedes arrancar de sus espejos” y “no dudan en exhibir sus rechonchos pechos marchitos”.
Al parecer, muchos identifican a esta señora como Margaret, condesa del Tyrol, famosa en toda Europa por ser muy fea. Otros (médicos ellos) ven en “La duquesa fea” un retrato de una persona con la enfermedad de Paget (osteítis deformante) en la cual los huesos de la víctima se agrandan y se deforman.
Sea como sea, este cuadro es una belleza y es una de las estrellas del museo londinense.