La edad de Oro
Buñuel y Dalí colaboran por última vez.
Después de la revolucionaria «Un perro andaluz», Buñuel vuelve a colabrorar con su colega Dalí en esta superproducción (un millón de francos tuvo de presupuesto) financiada por los vizcondes de Noailles. Y aunque Buñuel despreciaba la aristocracia, al final accedió a realizar la película, que es, entre otras cosas, una crítica corrosiva a la aristocracia (en realidad a todas las clases sociales).
Protagonizada por Gaston Modot y Lya Lys (por ahí sale también Max Ernst), «L’âge d’or» se convirtió en nada menos que la segunda película sonora rodada en Francia, además de la primera de la historia del cine en usar voz en off, y presenta un acabado mucho más profesional que su anterior aventura cinematográfica.
Seis días estuvo en el cine Studio 28, hasta que fue prohibida por la policía, debido a las presiones de ciertos grupos de extrema derecha. Dicha prohibición duró hasta 1980 en Nueva York y 1981 en París. En España, por supuesto, la cinta ni siquiera se conserva hoy en día.
Buñuel dijo que «L’Âge d’Or» era una película de amour fou (amor loco) sobre dos amantes que luchan frente a los obstáculos contra su apasionado amor, guiado por sus propias normas morales. Pero Dalí y Buñuel aprovecharon para meter todo tipo de imágenes y asociaciones surrealistas.
Violenta y subversiva, ataca con virulencia al clero y a todos los poderes habidos y por haber, además de mostrar un escandaloso erotismo que era inaudito en la época, y un sentido del humor que aún hoy en día resulta negrísimo.
Aprovechando el sonoro, Buñuel se las ingenia para introducir los famosos tambores de Calanda, y obras de música clásica como el Tristán e Isolda de Wagner, la 5ª de Beethoven, Debussy, Mozart, e incluso algún pasodoble.