La intervención de las Sabinas
“Todas perdemos”.
Durante su estancia en prisión, el artista comienza a pensar en esta obra. Busca un episodio histórico en la Antigüedad que sea adecuado para expresar su opinión sobre lo que está aconteciendo en Francia. Y la historia no falla nunca, distintas épocas pero situaciones parecidas se repiten una y otra vez.
Finalmente, David opta por el mito entre los romanos y los sabinos.
En los inicios de la fundación romana, sólo habitaban hombres en ella. Si querían prosperar evidentemente necesitaban mujeres para tener descendencia y poblar la ciudad. Para cumplir con su cometido, no se les ocurrió otra cosa que organizar una fiesta e invitar a los sabinos, un pueblo vecino. Estos acudieron con sus mujeres al acontecimiento. Los romanos, que estaban en su territorio, aprovecharon para atacar y raptar a las sabinas, para sorpresa de los presentes.
Pero no es el famoso rapto lo que pinta David en esta obra de tan grandes dimensiones, el Neoclasicismo no busca el dramatismo como el Barroco, busca la razón, la calma… aunque no es precisamente calma lo que vemos en esta obra.
El motivo de este cambio respecto a sus anteriores pinturas es su paso por la cárcel, el cual le da una perspectiva diferente, además de todo lo que había visto en su país natal, en aquel momento tan sanguinario y con reyertas continuas, donde la gente vivía aterrorizada. ¡A eso les había llevado la razón! ¡Al mismísimo caos!
No podemos entenderlo, pero los sabinos reaccionaron años más tarde ante la traición y se dispusieron a vengarse de los romanos.
En plena batalla irrumpen las sabinas, situándose entre los dos bandos. No quieren que se maten los unos a los otros, les ruegan la paz. No importa quien gane la batalla, ellas perderían de todos modos. Si vencieran los sabinos perderían a sus maridos y a sus hijos, y si lo hicieran los romanos perderían a sus familiares, padres, hermanos, tíos…
David también pide la paz entre los franceses con esta obra, que cesen las muertes.
Es una de sus pinturas más radicales con tantos personajes, dinamismo y el dramatismo tan Barroco que quieren dejar atrás al añadir a los niños pequeños en el suelo, esas víctimas inocentes.
Otro detalle barroco es la creación de un fondo detallado y no sutil o simplemente oscuro para no distraer, como vemos en La muerte de Marat.