La nature morte
Cubismo inglés.
William Roberts fue uno de los vorticistas, ese grupo de artistas ingleses surgidos del cubo-futurismo que formaron la que quizás sea la única vanguardia británica que tuvo cierta relevancia. Eso de «Vorticismo» fue bautizado por el poeta Ezra Pound, que había anunciado: El vórtice es el punto de máxima energía.
Se trataba de revigorizar el arte británico, inventar una vanguardia propia, y aunque Roberts se codeó y expuso a menudo con sus colegas vanguardistas desde bien entrados los años 10 del siglo XX, siempre fue un artista muy particular, muy suyo, siempre al margen de la corriente dominante.
Roberts se definía como «un cubista inglés» y desde luego su obra tiene mucho de Cubismo y mucho de inglesa, pero mucho después de acabadas y finiquitadas la vanguardias, Roberts pintó esta Nature Morte, que como vemos, no es una verdadera naturaleza muerta. Con un estilo ligeramente posmoderno, el artista pinta a un artista pintando una naturaleza muerta (una botella y una calavera: más muerta imposible), pero dándole un gran protagonismo a una pintura colgada al fondo en la que se muestra un acto sexual.
Tanta pasión contrasta con este señor tan gris pintando, que podría recordar al profesor Farnsworth de Futurama (y ser un posible autorretrato del artista a los cincuenta y pico años). Es curioso que el tío pinta al óleo—ojo a esa paleta tan cubista—, aunque estamos ante una acuarela.
Roberts, con un estilo cubista, aunque no es del todo Cubismo, retrata su oficio y reflexiona sobre los géneros, las técnicas, la vida y la muerte, las rectas y las curvas y el trabajo en menos de medio metro.