Limones
Refrescante bodegón del cubista.
El cubismo no pretende en modo alguno recrear la tridimensionalidad. La naturaleza tridimensional de lienzo es en lo que consiste esa vanguardia histórica. Varios puntos de vista para mostrar el objeto de manera más completa, y así nació un nuevo arte que revolucionaría el siglo XX.
Todo empezó por una sucesión lógica de acontecimientos: en esos primeros años del XX la ciencia se estaba volviendo loca también. En 1905, por ejemplo, Albert Einstein formuló su famosa teoría de la relatividad, y Braque era consciente de lo revolucionaria que era en cuanto a los conceptos de tiempo y espacio como se entendían hasta entonces. Porque Braque seguía con gran interés la ciencia del momento (Picasso, co-creador del cubismo, hasta lo llamaba Wilbourg por el pionero de la aviación Wilbur Wight… por supuesto Pablo se identificó con Orville, el otro hermano Wright).
El concepto de la cuarta dimensión, el descubrimiento de que había cosas más allá del átomo, el advenimiento de los rayos X… Todo ello supuso una influencia en el arte de Braque, que de alguna manera decidió quebrar la materia en fragmentos interrelacionados por fuerzas misteriosas o mirar más allá de lo superficial para conocer mejor las cosas, para representarlas lo más completa, lo más eficazmente posible.
Sus naturalezas muertas (incluso esta realizada muchos años después de la revolución cubista) son así de eficaces. Esos objetos sintetizados casi se pueden tocar. Esos limones, esa jarra, ese periódico, pintados en colores apagados, hacen fulgurar el amarillo limón que da vida al cuadro. Da tacto, sabor, olor…
Un gran artista ese Braque… Siempre a la sombra de Picasso, aunque sería el primer artista vivo en tener una exposición individual en el Louvre.