Los hijos de Christian II de Dinamarca
Retrato infantil de Mabuse.
Estamos ante uno de los primeros retratos de grupos seculares en la historia del arte. El rey Christian II de Dinamarca contrató para pintar a sus hijos a un artista del que todos hablaban por toda Europa: Mabuse.
El artista combinaba las dos escuelas que arrasaban el arte Europeo del XVI: la pintura flamenca y la pintura italiana. Tomando lo mejor de ambas, Mabuse se erigió como el artista moderno que marcaría la tendencia a seguir en los siguientes siglos en el norte de Europa.
Los tres príncipes y princesas que retrata tienen una extraña palidez en sus rostros y sus miradas transmiten una cierta gravedad infantil. El artista los pinta a cada uno con sus personalidades, individualizándolos. Son niños que parecen señores mayores. Son el futuro que va a gobernar Dinamarca y eso quizás se traduce simbólicamente en como juegan con la fruta sobre la mesa.
Ahí tenemos ese fantástico estudio de seis manos, cada una de ellas con su postura. Un juego anatómico de estas extremidades que bebe directamente del arte italiano y dota de vida a esos chavales que, sinceramente, acojonan un poco.
Como vemos en el cuadro, Mabuse controlaba bastante de su oficio pese a las malas lenguas que afirmaban que era un alcohólico perezoso. Nada más lejos de la realidad… Puede que le gustara el vino, pero pintó cientos de obras maestras como esta.