Retrato de la hermana del artista
Un Boccioni post-impresionista antes de su futuro futurismo
Antes de volverse loco con el futurismo italiano ese mismo año y empezar a pintar “Dinamismos de un jugador de fútbol” o “Calles entrando en casas”, Boccioni dibujó al pastel este retrato de su hermana al modo post-impresionista.
El antiacademicismo del artista fue siempre una constante, como vemos en los intensos claroscuros que no dejan ver el rostro de la retratada y las vibrantes notas de color que dinamizan toda la composición.
Aquí no llega al radicalismo casi terrorista del futurismo, pero se puede apreciar que a Boccioni no le interesa que su obra coja polvo en los museos, que el artista consideraba poco menos que cementerios de arte.
Boccioni acabaría haciendo suya la frase de Marinetti: “Ninguna obra que carezca de carácter agresivo puede ser una obra de arte” y se convirtió en uno de los primeros pintores y escultores de vanguardia, rechazando todo lo que no fuera moderno: mejor un automóvil que “La Victoria de Samotracia”…
La importancia de Boccioni, más que por méritos artísticos, radica en que ayudó a parir el primer “ismo” y creó una estética de cero, permitiendo una profunda renovación de las técnicas y principios artísticos, cuyas repercusiones aún se sienten en la actualidad.
Boccioni no acabó sus días en un accidente de coche a toda velocidad, ni absorbido por una moderna turbina como habría querido… Murió al más puro estilo old fashion al caerse de un caballo.