
Las despedidas
Oda al desorden.
El futurista Umberto Boccioni creó un tríptico llamado Estados de ánimo, del que forma parte este cuadro. Las tres obras están ambientadas en una estación de tren.
Las despedidas, que es este, quiere representar el dinamismo y el caos de la estación, las oleadas de personas en los andenes, el vapor y el ruido del tren. Un vórtice tumultuoso que sólo se detiene en una cosa: el número 6943, número de identificación de la locomotora, y único centro compositivo del cuadro, una auténtica oda al desorden.
Dos años antes, en Italia había nacido el Futurismo, con el ultraviolento manifiesto de Filippo Tommaso Marinetti. Semejante modernidad fascinó a un Boccioni de 29 años, que inmediatamente se adscribió al movimiento que —como en este cuadro— glorificaba el dinamismo y el caos.
Interesa el frenesí de la vida moderna, y apetece mearse en la tradición académica. Mola ese cubismo que están haciendo en París, pero Boccioni quiere ir más allá y ya no sólo juega con el espacio, sino también con el tiempo. En este cuadro parece que pasan varios momentos del día todos juntos (si os fijáis, una pareja abrazada se representa varias veces en varios puntos del lienzo).
Boccioni llena todo de colorido y de movimiento, frente a la estática y monocroma pintura cubista, y crea así un movimiento genuinamente italiano.