Gente del futuro
Yuon nos muestra un futuro utópico.
La Rusia post-revolucionaria estaba viviendo en sus primeros años una auténtica revolución cultural que acabó infectando a todo el arte occidental. La Revolución de Octubre fue acompañado por un periodo de fuerte experimentación artística y de una profunda reflexión sobre el papel que debe adoptar el arte en la nueva sociedad.
Nacieron así utopías creativas en lo formal (el constructivismo fue la más conocida) o como en este caso del pintor Konstantin Yuon, en lo temático. No sólo se desarrolló el arte en eso años, sino también la ciencia, la tecnología, la industria… en principio al servicio de la sociedad.
Como sabemos, esta primera fase experimental y optimista no duró demasiado y la Unión Soviética no tardó en convertir el arte en instrumento de propaganda. El realismo socialista (que Yuon también trabajaría, y muy bien) desplazó a cualquier experimental en la forma y el contenido y la pintura se convirtió en una colección de escenas costumbristas, históricas o alegorías sobre el trabajo.
Pero “Gente del futuro”, nos muestra ese primer optimismo que se respiraba en los años iniciales de la revolución. Gracias a la tecnología, la gente en el futuro podría volar, podría ser libre surcando los cielos de una nación poderosa y desarrollada. Incluso podría muy pronto llegar al espacio.
3 años después de la muerte del pintor, el cosmonauta Yuri Gagarin llevó a cabo esta utopía tecnológica y cultural siendo el primer ser humano en viajar al cosmos.