Fotografías de algas inglesas

Azul Prusia, algas flotando en un inmenso mar de azul prusia, un azul ferruginoso, que no procede de la paleta del pintor sino de la alquimia de la ciencia. Anna Atkins, botánica inglesa, impregnó sus estudios científicos de este color y lo hizo gracias a la cinotipia, una técnica fotográfica que le permitió documentar y catalogar las algas, plantas y flores británicas.

Pero si hoy Anna Atkins está aquí en HA!, no es por su labor científica, sino porque ésta le llevó hasta el dibujo, la acuarela, la litografía y finalmente a la cinotipia, ese mar de azul que la convirtió en la primera mujer fotógrafa (aunque el mérito se lo llevase un hombre, hasta que fue reivindicada en los años 80), y en la primera persona que editó un libro sólo de fotografías, en 1843 se edita «Photographs of British Algae».

Fue su amigo John Herschel, inventor de la cinotipia, quien le enseñó e instó al uso de esta técnica, que además resultaba menos engorrosa que el entonces daguerrotipo, (la protofotografía), cuyas placas requerían un tratamiento mucho más laborioso. Para la cinotipia se impregna normalmente papel pero también tela, madera o cualquier superficie absorbente, con sales de hierro. Sobre este papel tratado, Anna Atkins colocaba las algas y las presionaba con un cristal, luego se exponían al sol unos quince minutos y las zonas que recibían mayor luz adquirían tonalidades de azul más intenso, las opacadas por las algas darán blancos o azules de menor intensidad.

Y las dispuso con tanto mimo y buen gusto, flotando en mar, en líquido amniótico, en puro azul que la ciencia se hizo arte y el arte llegó por fin en 2017 a las salas del Rijksmuseum, al gran templo, dedicándole una merecida exposición.

Si el arte se ha inspirado desde sus primeras manifestaciones en la naturaleza, el estudio científico de ésta nos gratifica con resultados artísticos como los que aquí vemos. No dejéis de disfrutar del arte y de la naturaleza y si podéis maridarlas juntas.