Fotogramas sin título
Ninguno de estos "autorretratos" es la verdadera Cindy Sherman.
Cindy Sherman se tomó 69 fotografías a lo largo de tres años imitando el estilo de las fotos publicitarias de los estudios de cine de Hollywood.
Sherman la estrella exclusiva. En todas las fotos sale ella, aunque no son para nada autorretratos. Son una serie de arquetipos ficticios que se le han dado tradicionalmente a la mujer: la femme fatale, el ama de casa, la pin-up, la madre, la prostituta, la mujer maltratada, la secretaria…, todos roles femeninos profundamente incrustados en nuestro imaginario cultural.
Una serie de clichés tras los que oculta su identidad, usando el juego posmoderno de expoliar cosas de otros con irónica indiferencia, sutilezas y vagas insinuaciones, evitando definirse explícitamente.
Con esta serie de fotogramas sin título en blanco y negro se usa a sí misma como herramienta, y además lo hace disfrazada para criticar a nuestra cultura contemporánea saturada de imágenes concebidas para manipular al espectador/consumidor incapaz de diferenciar entre la realidad y la ficción.
Sin embargo ninguna de estas imágenes es la verdadera Cindy Sherman. La artista no da ninguna información sobre sí misma. En una contradicción típica de la modernidad, ella es la estrella, pero al mismo tiempo desaparece eliminando todo rastro de su verdadera personalidad.
El hecho de desaparecer le permite asumir cualquier personaje. Eso sí, personajes femeninos estereotipados (en el sentido tradicionalmente femenino, casi de mercancía).
Cindy Sherman hace un arte ambiguo, pero feminista.