Máquina de chicles XV
¿Será una foto más real que esta pintura?
Esta serie iniciada en 1973 y llamada Gumballs (bolas de chicle) que forma parte de una de las más conocidas de Bell es una muestra de las naturalezas muertas hiperrealistas más impresionantes de su carrera sin olvidar las series de Pinball. Estos objetos representativos de la cultura pop norteamericana se nos muestran de un modo tal que parece posible percibir incluso el olor de los chicles y su sabor contenido en la esfera de cristal cuyo reflejo nos invita a tocarla.
Los detalles hiperrealistas de esta obra, como la pintura roja desconchada en varios lugares de la máquina expendedora nos invita a volcarnos con todos nuestros sentidos en la interpretación de la tela. La sensación tentadora de aspecto vivo y brillante de esos chicles, junto con los regalos incluidos en su interior definidos hasta el más mínimo detalle, nos provoca un sentimiento de familiaridad, porque nos identificamos con el motivo y podemos valorar su grado de realismo.
A pesar de que los motivos son representados como exactamente lo que son sin afán simbólico, el elefante de plástico verde, el bolo, el silbato o los anillos que con estratégica disposición probablemente colocó el propio Bell probando diferentes combinaciones durante sus largas horas bajo diferentes ángulos y tipos de luz, nos transmiten una verdadera atracción mediante la evocación de recuerdos de la infancia. Nos hacen reflexionar sobre cuán real puede percibirse un objeto. Los reflejos de los frascos de cacahuetes y piruletas nos revelan la gran pasión que sentía Bell por las superficies y cómo la luz incide en ellas para crear presencias relevantes en la composición.
En definitiva, un deleite para los sentidos mientras te preguntas si una foto sería más real que esta pintura.