Melancolía
Paisajes del alma.
La melancolía es la felicidad de estar triste.
Victor Hugo
Un individuo pensativo en la playa mira hacia el horizonte. Su estado de ánimo tiene un reflejo en la línea de costa ondulante y en el cielo serpenteante típico del pincel del pintor. Mirada perdida, actitud absorta, mano apoyada en la cara, aislado del resto de la humanidad (representada en esa gente apenas visible del fondo)… Este personaje siente melancolía, como bien dice el título de Munch.
La palabra melancolía proviene del griego μέλας «negro» y χολή «bilis» es decir, «bilis negra», uno de los cuatro humores del ser humano, o lo que es lo mismo: la tristeza. Una emoción básica del ser humano que nadie quiere sentir, pero que se ve obligado a sentir de vez en cuando.
Y si hay un artista experto en tristeza, depresión y melancolía, ese es Munch, que basó buena parte de su producción pictórica a estos desagradables temas. Desagradable trabajo, pero alguien debe de hacerlo. ¿O nunca habéis sentido un extraño placer en escuchar música triste en momentos de bajón emocional? ¿Una sensación de estar acompañada al ver un dramón lacrimógeno en el cine…?
El arte triste es necesario. Es bello, porque nos toca, y además nos toca en lo más profundo. Y sirve de válvula de escape tanto el crearlo como el disfrutarlo. Lo importante es que esa tristeza, como el resto de emociones, no sea permanente. Que exista un balance equilibrado entre todas ellas.
Y para cuando llega la melancolía, para cuando nos sintamos como este personaje en la playa, ahí tenemos el arte triste como el de Munch para ayudarnos y consolarnos, y quizás sacar algo en limpio de eso.