Monumento funerario a Sir John Hawkwood
An English man in Florence.
Sabemos que la obra de Uccello es de lo más caballeresca, y como otro ejemplo de ello nos quedó este trampantojo escultórico que el omnisciente Vasari desde su libro Las Vidas nos presenta así:
«Realizó en Santa Maria dei Fiore, a la memoria de Giovanni Acuto, capitán inglés de los florentinos que había muerto en el año 1393, un caballo de gran belleza y de tamaño extraordinario, y sobre este la figura del citado capitán, de color verde tierra [1]».
John Hawkwood —verdadero nombre del caballero— además de ser An English man in Florence resulto ser un condottiere (comandante mercenario) que se ganó los corazones toscanos de los oligarcas de la república italiana, quienes lo elevaron al estatus de héroe de guerra enterrándolo en el duomo de la ciudad. Actualmente el cuerpo ya no reposa allí; lo único que queda del anglosajón es esta grisalla XXL a gran altura, en una nave del templo que el bueno de Paolo pintó con treinta y nueve años.
Aún siendo buen conocedor del cientificismo óptico evolucionado durante aquellos años, Ucello sabía que lo importante en la figuración era el reconocimiento inequívoco y claro del espectador ante lo que observa y no los cálculos geométricos sobre un papel.
Con la premisa de hacernos comprensible su escultura bidimensional contemplada desde nuestro punto bajo de visión, el artista —a lo psiquiatra moderno— nos hace ingerir una necesaria pastillita con el fin de eliminarnos toda duda y henchirnos de seguridad ante la realidad pintada que nos presenta. El fármaco de Ucello burla el cientificismo quattrocentista —sencilla o genialmente— practicando dos puntos de vista diferentes: uno ascendentemente fugado para construir el basamento y otro dando forma a la figura del jinete sobre el animal en un riguroso alzado frontal.
La representación exacta y geométrica del conjunto hubiese deformado extrañamente la figura, obteniendo un resultado tan matemático como incomprensible.
Conclusión: ciencia para descubrir el mundo, inteligencia para asimilarlo.
[1] Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos, Edición Torrentina, 1550 Completa, Edición Giuntina 1565.