Muchacha con flauta

No es segurísimo 100% que esta obra sea de Johannes Vermeer. Puede que el autor o autora sea alguien de su taller, o que sea un boceto… Lo decimos por que no es una pintura tan extremadamente buena como otras obras de Vermeer, y eso nos hace sospechar. Pero bueno… ¡No se puede ser excelente siempre! A veces hay bajones en las carreras de los artistas.

Tampoco es que sea un mal cuadro, pero sí bastante extraño. Esta señora nos mira debajo de su excéntrico sombrero triangular (que inevitablemente nos hace pensar en Oriente, como en turbante de La joven de la perla). Con este tronie (género pictórico típico de la Holanda del siglo XVII que significa «rostro» o «expresión», y que consiste en la simple representación de la cara de un personaje anónimo que no tenían intención de ser un retrato identificable, sino para demostrar la pericia de un artista), el autor, sea quien sea, pretende sobre todo explorar los efectos de la luz en la cara de la modelo.

Y cierto es que hay toques de luz por todas partes. Dos pendientes de perlas brillan en las orejas de la muchacha, además de otros muchos elementos del fondo, que por cierto, parece como «desenfocado». Una forma extraña —y muy moderna— de crear profundidad. Los brillos son hechos con apenas pequeñas pinceladas de colores claros.

El título de la obra viene por una flauta que la muchacha tiene en la mano, a la que tampoco se le presta especial atención.