Mujer comiendo una banana
Las consecuencias de comer demasiada fruta.
¿Cómo no hablar de Botero en esta semana dedicada a la comida…? En su estilo figurativo siempre está presente, de un modo u otro, el alimento. Ya sea por sus bodegones de frutas tropicales, o por sus retratos de gente que están comiendo o parece que han comido bastante.
Desde sus inicios Botero ha recurrido a escenas costumbristas, protagonizadas por gente u objetos gordos. El aspecto robusto y monumental de sus personajes es una de sus señas de identidad y este rasgo de su obra es reconocible hasta por un lego en el arte. Algunos conocen ya este estilo tan único como «boterismo».
Es el caso de esta «Mujer comiendo una banana» en la que se nos muestra, ni más ni menos, que lo que dice el título. Una mujer que está comiendo su plátano, y frente a esta figura rotunda, en la mesa aparece un bodegón con dos más de estas frutas: una muy madura y la otra muy verde, situadas ambas junto a un vaso de agua. ¿Son quizás el pasado y el futuro representados sobre esa mesa, y la mujer opta por el presente…?
Dejando de lado el significado del cuadro, destaca el característico manejo magistral del óleo del autor, que transmite fuerza, exuberancia y sensualidad, y una escena que parece estar ambientada, como casi todas sus obras, en una época pretérita.
Es esta y muchas otras obras de Botero una forma de hedonismo: comer es bueno, es signo de salud y prosperidad, y uno de los pocos placeres con derecho reconocido por la moral imperante.
Todo en este cuadro es «gordo», hasta los cubiertos. Esta volumetría exaltada, casi tridimensional es la idea de belleza que tiene el artista, y lo cierto es que no hay nada de feo en sus cuadros. Supuran buena salud, buen humor y alegría de vivir.
¡Buen apetito a todos!