Niños en el río
Polémico remake.
Sérusier pintó esta obra en 1888, pero decidió rehacerla casi 20 años después, en 1906. Los investigadores de el museo de Melbourne realizaron muchísimos exámenes a la obra y vieron una capa subyacente de pintura con una composición casi idéntica. Radiografías, exploraciones microscópicas y demás pruebas científicas revelaron que la obra tenía un pasado, pero se desconoce el motivo de este «repintado» de la obra.
Quizás Sérusier simplemente quiso restaurar su propia obra, o quizás en 1906 Sérusier tenía otras ideas sobre el color y cómo utilizarlo. Hay que tener en cuenta que entre la primera y esta segunda versión, Sérusier había conocido a Paul Gauguin y su mentalidad creativa cambió. El color invadió su arte. Un color arbitrario que ya no mostraba un tradicional paisaje imitando la naturaleza. Ahora el paisaje era interior y eso era lo que importaba.
Sabemos que desde entonces, el creador del mítico Talismán fue evolucionando cromáticamente desde una paleta temprana bastante sobria hasta una gama de colores cada vez más vibrantes. Poco después de pintar por primera vez estos Niños en el río, Sérusier abandonó sus teorías anteriores y propuso ahora un complejo sistema de selección de colores basado en trabajar con un color dominante, su opuesto, un color entre ambos y una «disonancia» realizada con el color dominante más el blanco. ¿Complicado, eh…? Pues a simple vista parece una pintura sencilla.
Siempre hubo artistas que reinterpretaron su propia obra (Hitchcock, DeMille, Heneke, por citar el séptimo arte…), pero ya es más polémico destruir tu propia creación para rehacerla otra vez «mejor». Y volviendo al cine, ahí está esa segunda versión de Star Wars de Lucas, en la que Han Solo no dispara primero a Greedo.
¿Es el arte propiedad de los artistas, o una vez creado ya es del público…?