
Retrato de Laurence Olivier en el papel de Ricardo III
Su reino por un caballo.
Tan deforme por dentro como por fuera, a Ricardo III, el hermano deforme del rey, los perros le ladraban al pasar junto a ellos,
según Shakespeare. Este personaje se convertiría en el villano perfecto.
Y la interpretación que hizo de él Laurence Olivier en su Ricardo III (1955) es una de las más influyentes de la historia del cine. Numerosos artistas se han inspirado en este personaje jorobado, cruel y malvado que Olivier interpreta de forma magistral en esta película.
El papel Ricardo III construido por Olivier fue una inspiración básica para, por ejemplo, Johnny Rotten, el cantante de los Sex Pistols, que en los inicios del grupo decidió basar en el grotesco monarca no solo su actitud maliciosa, sino también la forma de hablar y cantar («Rrright, now…!»).
Otro ilustre punk, Salvador Dalí, también se enamoró al momento no solo de este personaje, sino más bien del actor que lo interpreta. Para él este Retrato de Laurence Olivier en el papel de Ricardo III, (el título lo dice todo) fue uno de los retratos más sensacionales, integrales y completos
de toda su obra pictórica.
Este óleo sobre lienzo fue en realidad un encargo de Alexander Korda para promocionar el estreno de la película y Dalí empezó las primeras pinceladas en los estudios Shepperton de Londres, mientras se rodaba la producción.
Como vemos, hay un doble retrato del actor y el personaje (unidos en uno solo), el típico paisaje daliniano repetido hasta la náusea y por supuesto la aplicación de su método paranoico-crítico, que da lugar a imágenes dobles, ambiguas y confusas que dan lugar a diversas interpretaciones.
Salvador Dalí