Retrato de Madame François Buron
David retrata a su querida tía.
Jacques-Louis experimentó la pérdida de un ser querido a la temprana edad de nueve años, cuando perdió a su padre, asesinado en un duelo. La madre decidió que lo mejor para su hijo era que lo criaran sus tíos, por lo que el pequeño David se trasladó a vivir con ellos.
En aquel hogar no le faltó cariño y una buena educación y cuanto más mayor se hacía, más tenía claro que quería ser artista, su pasión era la pintura. Esta idea no fue bien recibida por su tío, el arquitecto François Buron, que deseaba que su joven sobrino siguiera sus pasos. La tía, Marie-Josèphe Fromont, Madame Buron a partir de su boda, sí apoyaba a David, fue su confidente y de gran ayuda en su decisión.
Tanto como agradecimiento por posicionarse a su favor como por práctica para el despegue de su carrera artística, David retrata a su querida tía, que aparece leyendo pero levanta la vista justo un momento y sus ojos se dirigen hacia su sobrino, y a la vez establece contacto con el espectador. Es una mirada que refleja esa complicidad entre ambos, incluso dulzura.
El artista, teniendo en cuenta que se trata de un retrato femenino, dota a la pintura de cierta sensibilidad, perceptible en las ropas, los libros y el rostro de su tía.
Esta pintura se ha vuelto muy conocida en los últimos años por usarse con frecuencia como un meme, es decir, una imagen que se suele modificar y se extiende por las redes sociales para transmitir una idea con la que nos sintamos identificados o nos haga reír. He aquí un ejemplo en el cual se compara el gesto de la mujer retratada con un emoticono: