Salvator Mundi
Existió el quattrocento español.
Aunque no es muy conocido, existió el Renacimiento en España. En esa época ya se hacían cosas de calidad inspiradas en lo que se estaba cociendo en Italia y en el Norte de Europa.
Uno de los mejores ejemplos de este Renacimiento español es el pintor Fernando Yañez de la Almedina, que con mucha probabilidad estuvo en Italia aprendiendo el oficio e incluso se cree que tuvo como maestro a nada menos que Leonardo da Vinci.
Y si nos fijamos, esta pintura es bastante «leonardiana». Yañez de la Almedina pinta de forma muy minuciosa a tres figuras de medio cuerpo y en tres planos distintos (construyéndose así un espacio con perspectiva y profundidad ayudado por esa mesa en primer plano). Estos tres hombres representan a Cristo Salvator Mundi en el centro, rodeado de San Pedro y San Juan. Son tres figuras de fisionomía y actitudes muy diferentes, que bien podrían representar lo humano y lo divino e incluso una representación de las tres edades del hombre.
El caso es que las caras de los dos apóstoles y de Jesús son una auténtica maravilla de expresividad y fuerza.
Salvator Mundi («salvador del mundo») es una iconografía muy extendida en el arte religioso. Jesús va a salvar a la humanidad cuando sea la segunda venida y suele vestir una túnica roja y sostener un orbe o esfera con la mano izquierda y bendecir con la mano derecha. Yañez parece que prescinde de la esfera, pero su mano está pintada con un hermoso escorzo.