San Jorge
El valiente caballero tiene miedo.
Un joven Donatello recibe el encargo de tallar este santo para el Orsanmichele, y colocarlo en un punto estratégico del edificio. La zona no era fácil: una esquina con poca profundidad y justo al lado de las escaleras. Aún así, Donatello salió airoso y esculpió un magnífico San Jorge cargado de humanidad.
San Jorge y el dragón es una leyenda medieval muy popular: el caballero que lucha contra esta terrible bestia que se alimenta de animales, personas y todo cuanto esté a su alcance, además de aterrorizar a los habitantes de aquellas tierras. Pero cuando todo parece estar perdido, San Jorge mata al dragón y salva a la princesa en apuros, un final de cuento.
El artista no quiere representarlo como un héroe o un vencedor, su propósito es mostrar la debilidad del personaje, buscar el lado más humano del mítico caballero. ¿Realmente quería San Jorge enfrentarse al gigantesco dragón? Claro que no, ¿quién querría arriesgar su vida emprendiendo una misión suicida contra una bestia escupe fuego? Pero si lo intentaba, salvaría vidas. Y ese debate interno es lo que refleja la obra: el caballero unos instantes antes del enfrentamiento. Tiene miedo, pero intenta reunir el valor necesario para atacar, el ceño fruncido para dar aún más énfasis (sólo faltaría que Donatello hubiera añadido unas gotas de sudor cayendo por la frente de San Jorge, para reflejar aún más el nerviosismo).
Tal vez Miguel Ángel no admirara a demasiados artistas (como iba a hacerlo conociéndose a sí mismo), pero Donatello era uno de los que se encontraba en esa corta lista, y se inspira en esta obra para su famoso David, con el ceño también fruncido, puede que mirando hacia Goliat.
Volviendo a San Jorge, debemos fijarnos en su pedestal, donde encontramos el elemento narrativo. Donatello crea una nueva técnica llamada stiaciatto, un relieve extremadamente plano y sutil. Lo aplica junto al bajorrelieve del pedestal, combinándolo.
En el centro, San Jorge sobre su caballo clava su lanza al dragón, y en el lateral derecho la princesa observa la batalla. Aplica el stiaciatto en el paisaje. Detrás de la princesa vemos un edificio, es una manera simbólica de representar la racionalidad de los humanos. Por eso en contraposición, en el lateral izquierdo hay una cueva, el hogar de la bestia, salvaje y agresiva.