Segundo viaje a Italia
(Segunda versión)
Cy Twombly pinta lo que pintaría un bebé en la pared de tu casa, pero más caro.
Cy Twombly surgió en la década de 1950, desarrollando un estilo de pintura característico de goteos expresivos y líneas activas, garabateadas y rayadas.
«Mi línea es infantil, pero no infantil», dijo una vez. «Es muy difícil falsificar… para obtener esa calidad se necesita proyectarse en la línea del niño». Sus pinturas, a veces calificadas de «graffiti artístico» son además enormes lienzos que impresionan al espectador. Para pintarlos a veces se subía a hombros de un colaborador y de ahí que muchas de sus obras tengan esas largas líneas tan continuas y fluídas.
En «Segundo viaje a Italia» nos cuenta lo que dice el título precisamente: Twombly se traslada a Italia en 1957 donde antiguos dioses italianos y héroes de la literatura viven en su pintura y ahí se inspira para esta obra de 2 metros por metro y medio.
Trazos dispersos, tacto rápido e incisivo —gesto caligráfico o dibujo infantil—, Twombly viaja a través de las tierras de las sensaciones donde con el viaje el espectador puede conectar con el artista y su habilidad creativa.
El pintor pinta como un bebé (con todo lo bueno que esto implica) y esta pintura es más o menos lo que haría un bebé en una de las paredes de tu casa, sólo que costando unos 35 millones de euros.