T 76-25
Unas rayitas.
Jan Schoonhoven fue empleado de correos durante 30 años. Por las tardes y fines de semana trabajaba en su arte, que era de lo más experimental.
Schoonhoven buscaba un arte objetivo que despojara de todo valor emocional. También quiso que la presencia del artista como persona se borrara. Es decir: lo que Jan Schoonhoven buscaba era crear un arte impersonal.
Los suyo eran los dibujos abstractos (y algunas acuarelas y relieves) que representaban patrones repetitivos a tinta china. Un arte casi caligráfico, casi Zen si lo queremos ver así. Hay quien ve como uno de esos contadores de la cárcel. Cada día se tacha una raya. Hay quien ve toda una vida tachada.
Todo empezó trazando una línea vertical. Schoonhoven quiso investigar lo que pasaba si varias horizontales paralelas la atravesaban. Así surgió T62–70, germen de T 76–25, como veis, mucho más sofisticado.
Sé lo que estáis pensando… e incluso puedo llegar a compartirlo. ¿Es eso Arte? diréis algunos de los que creen conocer muy bien la definición de arte. No todo el mundo valora la obra de Schoonhoven, aunque no es el caso del mercado… Sus dibujos y relieves valen lo que no cobrará un redactor de HA! en toda su puta vida.
Aún así, mucho menos de lo que cobra uno de esos futbolistas subnormales a la semana. Eso sí es para indignarse.