Tema y variaciones
Platos principales.
Seguro que os suena este artista… o más bien su obra. Piero Fornasetti nació en Milán y es conocido sobre todo por sus serigrafías en platos. Cientos de platos únicos e irrepetibles que en su mayoría tienen un sólo tema; una cara femenina con nombre y apellidos: Lina Cavalieri. Y una profesión: cantante de ópera.
Efectivamente, Cavalieri fue la musa indiscutible de Fornasetti. La retrató en infinidad de ocasiones, pero lo curioso de todo esto es que nunca la conoció en persona. Fornasetti descubrió su foto un día hojeando una revista y se enamoró artísticamente.
Desde ese día pintó el rostro de Cavalieri hasta la náusea: fragmentado, guiñando un ojo, deconstruido, llorando, con bigote, escondido, sacando la lengua, ampliado, con gafas, reducido, con prismáticos, espiándonos… más de 500 variaciones con el bello careto de Cavalieri, a la que el artista ayudó a convertirse en un icono del arte italiano del siglo XX.
A Fornasetti no se le agotaron las variaciones. Es lo que tiene el arte surrealista, que indagando un poco en el subconsciente y aderezando la cosa con humor y fantasía, la fuente de ideas es inagotable. Las hizo además en platos serigrafiados, convirtiendo un mal llamado arte menor en Arte con mayúsculas.
«Empecé a hacerlas y jamás me detuve», dijo una vez Piero Fornasetti. Y por supuesto, se siguen vendiendo sus platos después de muerto el artista.