La ley del viaje
Color negro refugiado.
El artista más revolucionario y activista de nuestros tiempos vuelve a poner en jaque la política, esta vez representando la mayor problemática de nuestros tiempos, la crisis de los refugiados.
Ai Wei Wei retoma su papel como testimonio del horror que se vive cada día en las fronteras, esta vez en el mayor grado de desesperación y abatimiento al que se puede enfrentar el humano, huir de una guerra. Es así como el artista disidente de origen chino que vivió en su propia piel la realidad del refugiado a través de su padre, se enfrenta cara a cara a las autoridades políticas a través de la representación artística para adoptar un papel crítico de dicha situación. El campo de refugiados es el terreno en el que el artista se empapa de las historias de las víctimas que consiguen escapar de las guerras.
No hay crisis de refugiados, sino crisis humana… Al tratar con los refugiados hemos perdido nuestros valores más básicos
dice Ai Wei Wei en la exposición de su instalación The Law of the Journey y que ya afirmó en su documental Human Flow.
Una serie de obras se trasladan a la National Gallery de Praga, destacando en su centro el gran bote que se fusiona en su negrura con la lona con la que están construidas las 258 figuras sin rostro, algunas a bordo, otras nadando a la deriva en una tierra encharolada.
¿En qué medida aquellos que son exiliados de su país para proteger sus vidas y la de sus familias consiguen llegar a un destino seguro? Además de la pérdida del propio sentido de la identidad, como bien refleja el artista en su instalación cuyas figuras son tratadas como un conjunto de masas que no se diferencian las unas de las otras.
¿A quien quiere confrontar Ai Wei Wei con su obra? No sólo a una hipócrita política que se hace llamar democrática pero deja morir a miles de personas en los mares, sino que además se cuestiona la moral de las personas y conciencia de una emergencia internacional que cada vez es más emergente, atender en los derechos humanos básicos a los actores que deben de abandonar su hogar a causa del conflicto que desgraciadamente suele ser el origen de una confrontación política.