Raw Materials
El sonido también es arte. Aunque los vigilantes de seguridad de la Tate escuchando durante horas la obra de Nauman quizás no opinen lo mismo.
Bruce Nauman le pega a todo: pintura, escultura, instalación, cine, vídeo, fotografía, neón…
En muchas de sus obras este artista reflexiona sobre el lenguaje y sus ambigüedades, y a veces lo hace por medio del sonido como herramienta y material, ya sea con obras de audio puras, o incorporadas como un elemento protagonista en videos o instalaciones arquitectónicas a gran escala.
En este Raw Materials, su instalación sonora para Tate Modern, Nauman reunió 22 grabaciones de textos tomados de obras anteriores que abarcan casi 40 años de su carrera.
La instalación consistía en que el público iba caminando por el Turbine Hall del museo, y una serie de voces hablaban (o gritaban) mediante loops de una palabra o frase.
El artista quería dejar claro que por el tono de la voz, la inflexión, el volumen y las variaciones en los ritmos, las mismas palabras pueden cambiar dramáticamente sus significados,
El propio Nauman se grabó repitiendo una y otra vez “Thank You”, “Work”, “OK”, y “No”, entre otros muchos mensajes.
¿Resultado? Gafapastas en éxtasis por la sonoridad única del espacio y la economía de medios con la que Nauman representa simultáneamente la simplicidad y la complejidad de la comunicación.
Durante una hora, los visitantes entendieron lo que quería contar Nauman con esta instalación y luego continuaron con sus vidas.
El problema fue para los pobres vigilantes del museo, que tras pasar horas y horas escuchando al artista y sus “mensajes” acabaron perdiendo inevitablemente la cordura.
Desde aquí rompemos una lanza por tan sufrida profesión, y enviamos un saludo al psiquiátrico donde residen estos personajes que vivieron en sus carnes el poder del arte de Nauman.