



Untitled
(Moffitt Building)
Un asunto de violencia.
Ana Mendieta grabó una cámara oculta en la calle con su Super 8. Quería captar la reacción de la gente al ver un charco de sangre saliendo de una puerta de un edificio en Iowa.
Tras la puerta, vertió sangre animal y unos trapos y dejó que el líquido fuera lentamente hacia la acera, para recrear un rastro de violencia en un lugar público. Las reacciones fueron diversas: seguir caminando, curiosear un poco, hurgar en el charco con un paraguas… Pero nadie se metió a fondo en investigar el misterio y nadie llamó a las autoridades. Cada uno siguió a lo suyo y no se metió en asuntos que no eran de su incumbencia.
La artista creó esta pieza audiovisual como respuesta a la violación y asesinato de una estudiante de la Universidad de Iowa ese mismo año. Sarah Ann Ottens apareció semidesnuda en el suelo, con su ropa esparcida por la habitación. Murió estrangulada y golpeada en la cara y el pecho. El asesino le había lavado la cara y el cabello, y había dejado agua con sangre en el lavabo de la habitación.
Mendieta también quiso concienciar sobre cómo la sociedad se relaciona con la violencia, incluso cuando hay indicios claros.
Una triste premonición para el que sería su trágico destino.