Mierda de artista
Un pedazo de mierda del arte conceptual.
Manzoni llevó al extremo la máxima de Kurt Schwitters que dice: “Todo lo que escupe el artista, es arte”.
Solo que en lugar de escupitajos, el artista enlató su propia mierda en 90 recipientes de metal, y las etiquetó, numeró y firmó para venderlas al peso, teniendo en cuenta la cotización de oro del día.
¿Que mierda es esto…? ¿Una crítica al mercado del arte? ¿A la mierda de arte que se hacía o que se iba a hacer? ¿Una seria reflexión sobre la función del artista frente a la autoreferencialidad de la obra de arte? ¿Una analogía jungiana entre oro y heces? ¿O quizás un nuevo intento por parte de un creador para “divinizarse” un poco, porque “no es como los demás”…?
Sea o no la mierda de artista mejor que la mierda corriente, por lo visto, la simple firma de un artista con renombre produce incrementos irracionales en la cotización de una obra, por mierdosa que esta sea.
Y en el año 2007, se llegó a subastar un ejemplar de este pedazo de mierda de arte conceptual en 124.000€.
El Manzoni ya había creado “Aliento de artista” (“Fiato d’artista”), “Sangre de artista” (“Sangue d’artista”) e incluso se puso a tocar huevos duros con su dedo para dejar su huella dactilar y que la gente los pudiera comer e incluso cagar sin dejar de ser nunca arte en todo el proceso.
Murió a los 29 años. Quien sabe con que mierda nos estaría sorprendiendo Manzoni ahora. Lo seguro es que desde entonces, montañas de mierda se acumulan en los museos de arte contemporaneo de todo el planeta.