We Can Do It!
Historia de un icono.
We Can Do It! (¡Podemos hacerlo!) es una imagen tan icónica que hasta eclipsó (por no decir devoró) a su creador, el diseñador J. Howard Miller.
A veces en el mundo del arte pasan cosas así: la obra toma vida propia y hasta llega a adquirir otros significados de los pretendidos originariamente.
Mirad We Can Do It! En principio este póster era un incentivo laboral para la Westinghouse Electric & Manufacturing Company. La empresa colgaba estas imágenes en las paredes de sus fábricas para estimular a las mujeres a esforzarse en tiempos de guerra. Ellas debían seguir con la producción en casa mientras sus maridos luchaban y morían en el frente.
Pero una imagen de una mujer trabajadora con el puño en alto era demasiado potente y rápidamente adquirió otras connotaciones. Era evidente ver un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres y del movimiento feminista.
La imagen transmite fuerza: Colores primarios (fondo amarillo, uniforme de trabajo azul y un pañuelo rojo con lunares blancos) y ese gesto desafiante de una mujer independiente arremangándose para ser dueña de su destino.
Es evidente que Miller tuvo dos influencias claras: por un lado la estética de Norman Rockwell, y por otro el diseño constructivista soviético. Es sabido que los rusos eran los maestros de la propaganda moderno, expertos en transmitir mensajes a las masas con imágenes potentísimas.