Camille Corot
Francia, 1796–1875
Jean-Baptiste-Camille Corot, el paisajista más famoso de Francia. Él y el resto de artistas de la escuela de Barbizon fueron los culpables del nacimiento del impresionismo, y por consiguiente, de todo el arte moderno tal y como lo conocemos.
Corot nació en París, en una familia acaudalada que le proporcionó una educación burguesa. Su padre quería que fuese algo en la vida y lo puso a trabajar en el aburrido negocio familiar, pero el joven Jean-Baptiste-Camille dedicó casi toda su jornada laboral a dibujar, por lo que la familia terminó por aceptar su vocación y financió su formación artística.
Desde el primer momento se interesó por la pintura al aire libre («plein air») algo que lo convertirá en referencia inexcusable de los impresionistas.
Francia, Italia… País que pisaba, país que dejaba documentado en sus paisajes (muy pocas veces hacía retratos), aunque casi siempre metía a alguna figura humana en la composición, a veces diminuta.
Muchos criticaron que los cuadros de Corot parecían esbozos de poca importancia, de gran frescura, pero casi una coartada de una insuficiente destreza y de carencia de recursos técnicos. Sin embargo, como sabemos, ese sería el paisaje del futuro.
La influencia de Corot fue decisiva en los primeros pasos de Monet, Renoir, Pissarro y compañía. Les llamó precisamente la atención esa rebeldía antiinstitucional.
La revolución impresionista radicaba precisamente en la fidelidad a la sensación óptica obtenida ante la naturaleza en determinadas condiciones de atmósfera y luz, y Corot fue el primer pintor que expresó esas sensaciones en sus cuadros.