Abel muerto
El primer homicidio.
Una de las obras más impactantes del pintor estadounidense Thomas Cole, destacado representante del Romanticismo de los Estados Unidos y fundador de la Escuela del Río Hudson.
Abel muerto es una representación super-dramática (y mega-horizontal) del primer asesinato cometido por el ser humano (según la Biblia). Caín mató a su hermano Abel por pura envidia (era el preferido de Dios) lo que llevó a Dios a vengarse obligándolo a vagar errante por la tierra.
Una reflexión teológica sobre el pecado, las responsabilidades y las consecuencias de las acciones humanas. El primer homicidio que tuvo al primer juez de la historia: el mismísimo Dios, así que Caín no se fue de rositas precisamente.
Thomas Cole captura justo el momento posterior al asesinato, con Abel yaciendo inerte en el suelo (de ahí el formato violentamente horizontal). Al fondo vemos a Caín sabiendo perfectamente lo que acaba de hacer y escapando.
Como es propio de Cole, experto sobre todo en paisaje, ambienta la escena en un paisaje sombrío y desolado, ya que Dios se acababa de cabrear de lo lindo. Hace un uso cojonudo de los contrastes de luz y sombra para enfatizar la tragedia.
Una vez más, Cole combina Romanticismo con Simbolismo para hablar de pecado, inocencia, relaciones fraternales, castigo y de paso meter por ahí un paisajillo, que ya que eres bueno en algo, hay que utilizarlo a tu favor.