Ana Frank

Lita Cabellut es la artista española más cotizada a nivel internacional.

Aún así, en España no suena demasiado su nombre. ¿Será porque es mujer? ¿O porque es gitana? ¿O quizás porque vivió en la indigencia en las calles de Barcelona hasta los 12 años…?

Su obra, compuesta casi exclusivamente por retratos (en concreto rostros) está inspirada en sus referentes (de Frida Kahlo o Coco Chanel, pasando por Janis, Kafka, Einstein o Chaplin). La mayoría son mujeres que, como ella, cuentan con biografías desgarradoras.

Es el caso de la malograda Ana Frank, aquí retratada con el particular estilo Expresionista de Cabellut, que bebe tanto del Goya más oscuro, como del barroco holandés (país de adopción donde reside actualmente), y que mezcla la técnica retratista de Rembrandt con los trazos expresivos de Bacon o Tàpies.

El rostro de Ana Frank muestra sin temor la materia pictórica, en la que no se ocultan imperfecciones y las características grietas, que además de tener un fuerte poder evocador y expresivo, simbolizan el sufrimiento de la retratada, quizás una extensión del sufrimiento de la propia artista, que vivió en la indigencia por las calles de Barcelona.