Anciana rezando
El gato está a punto de armarla.
¡Qué serenidad! La Anciana Rezando o La Oración sin fin, quizá sin fin porque el tiempo parece detenido en una escena sin apenas movimiento, un retrato íntimo durante la plegaria de la comida. ¡Pero no! No todo es quietud y serenidad, una pequeña zarpa gatuna aprovecha con inteligencia el momento de distracción para arrebatar un bocado de pan o con suerte el ansiado salmón.
En este cuadro el pintor Nicolaes Maes se encuentra a medio camino entre las enseñanzas de su maestro Rembrandt (la paleta así lo atestigua) y la nueva escuela flamenca que a través de pintores como Vermeer, de Hooch o Jacobus Vrel… se introduce en los hogares, en los patios de las casas, con un costumbrismo ya no rural si no urbano, propio del desarrollo boyante de la economía burguesa de los Países Bajos.
En el siglo XVII la lucha entre la Reforma y la Contrarreforma, entre protestantes y católicos, se verá reflejada también en los lienzos. Mientras los católicos siguen pintando vírgenes y escenas religiosas, los protestantes son iconoclastas y abandonan las imágenes religiosas, también el lujo, por eso ahora la pintura abordará otros temas, bodegones, retratos, escenas íntimas…todos ellos presentes en este cuadro.
La estancia es humilde pero no carece de nada y la anciana da gracias por ello, un libro abierto en un estante alude a la Biblia, única norma de fe y conducta para los luteranos. Poco nos muestra Maes del espacio, con un pronunciado claroscuro centra la atención en los elementos que le interesan, con una diagonal de luz resalta lo importante. Destaca su talento para el retrato, en el que tanto trabajará en los años de madurez.
Los contrarios funcionan y la seriedad de la escena se rompe con la pillería del gato. El felino crea tensión e introduce el tiempo, un tiempo que es futuro y que con un final abierto nos hace preguntarnos qué pasará tan sólo un segundo después, ¿el gato consigue la comida, la anciana reaccionará a tiempo para evitarlo, o será el cuchillo del borde de la mesa al caer el que alarmará sobre lo que sucede? Quien sabe…tan sólo un segundo…