Busto de mujer
Más allá de las apariencias de la mujer.
Amedeo Modigliani se instaló definitivamente en París en el año 1906. El ambiente bohemio de Montparnasse propició las distintas tendencias para experimentar y crear un lenguaje particular. En los círculos artísticos conoció al escultor rumano Constantin Brânçusi quien lo estimuló para simultanear la escultura, pintura y el dibujo.
En la obra Busto de mujer, con un elegante estilo figurativo, el artista destaca la figura femenina con su personal cuello de jirafa, al igual que las mujeres de una tribu de Tailandia. Los rasgos faciales que Modigliani pinta son de nariz larga al contrario de la desproporcionada pequeñez de los labios, una seña de identidad en el trabajo del italiano. La cabeza de la modelo es ovoide y está ligeramente inclinada y de hombros caídos como si fuera una de las figuras penitentes de El Greco. El artista juega con la creación de la imagen en la armonía de las formas. La mayoría de los ojos de las modelos de Modigliani son almendrados de mirada semivacía al igual que en Busto de mujer, pero enseñando al espectador una espiritualidad intimista que va más allá de la apariencia de la mujer. Una similitud a las cabezas colosales, del escultor Jaume Plensa, que con sus ojos cerrados invita al espectador a mirarse por dentro.
El fondo gris-verdoso y sin perspectiva refuerza la armonía geométrica y el volumen simplificado de la composición, liberando toda la belleza y el encanto del retrato. La piel de la modelo luce en su perfección pictórica y destaca por el cabello largo (un aspecto poco utilizado en sus obras). Modigliani refleja en sus modelos la ternura e inocencia de las diosas mitológicas del renacentista Sandro Botticelli que las retrata con sus cabezas inclinadas para demostrar la candidez de la imagen femenina. Aquí Modigliani refuerza esa imagen con una leve pincelada sonrosada en las mejillas y el rojo intenso de unos breves labios que define a la mujer coqueta.
Busto de mujer es una obra en la que el pintor viste a la musa con una blusa negra lisa y, sin ningún tipo de ornamento, para no restar belleza al resto de la composición. El cuello de la blusa es un triángulo invertido lo que le supone un equilibrio geométrico al óvalo del rostro.
Modigliani refleja la belleza sublime en su trazo aparentemente sencillo. Busto de mujer es una de sus últimas obras, fechada entre 1917–1920, finalizada el mismo año en el que el artista fallece tempranamente.