Retrato de Paul Guillaume
El marchante que creyó en Modigliani.
Paul Guillaume fue más que un coleccionista y marchante de arte francés. Fue un personaje clave en el coleccionismo de entre guerras en París y uno de los máximos promotores del arte moderno.
Desde luego el tipo se olió el futuro, pues su colección atesoró los que hoy son los cuadros más cotizados de la historia.
Guillaume representó al conflictivo Amedeo Modigliani, y por ello el artista lo inmortalizó en este asombroso retrato. También fue comprador de Picasso, Derain, Giorgio De Chirico, Georges Braque, y además fue uno de los máximos mecenas del arte africano, que como todos sabemos fue fundamental para las vanguardias artísticas de esos años.
Un arte africano que se puede encontrar también en este retrato, con esos ojos bicolor tan hipnóticos.