Retrato de Elena Povolozky
Modi pagó la generosidad de Elena con este retrato.
Un retrato de la artista Elena Joséphine Bernier Povolozky (1882–1979) cuando ella tenía unos 35 años.
Elena no era simplemente una cara más de ese Montparnasse de preguerra. Era una amiga fiel y leal que ayudó cuando más lo necesitaban a artistas como Modigliani o Soutine, que se estaban muriendo literalmente de hambre. Con la comida y el dinero que Elena les daba de vez en cuando, estos artistas pudieron crear al menos un poco más de tiempo, y eso es una deuda impagable que tenemos con Povolozky.
A cambio de sus cariñosos cuidados, Modigliani le dio a Elena este fascinante retrato, donde vemos más claro que nunca la elegancia en la línea y la fuerza en el modelado plástico típicos del artista. Una obra sencilla y hermosa, con una paleta fresca al modo de su ídolo Cézanne, un retrato fiel en el que además Modigliani introduce el nombre de la retratada con tipografía suya, aumentando un poco la poesía.
Elena sale bellísima, muy dulce. Y como era habitual en los últimos retratos de Modigliani, bañada también en una cierta melancolía.