Carnaval de la vida mexicana
Rivera no puede evitar meter política en su arte.
Pensado en principio para decorar el Hotel Reforma en la Ciudad de México, este políptico de Diego Rivera nunca llegó a exhibirse: ¿motivo? La enorme carga política. El conjunto fue retirado y guardado en un sótano durante años, hasta que se rescataron e instalaron en el Palacio de Bellas Artes en 1963.
El artista se inspiró en el carnaval de Huejotzingo y los paneles muestran, como era habitual en Rivera, escenas representativas de la vida mexicana: historia, costumbres, personajes…
Son 4 paneles:
La dictadura.
Una cabeza desproporcionada que mezcla rasgos de Hitler, Mussolini, Roosevelt e Hirohito porta una bandera con los colores de Alemania, Italia, Estados Unidos y Japón. Es evidente que Rivera quería denunciar el fascismo, incluyendo el de su propio país, encarnado por el ex presidente Plutarco Elías Calles, el “Jefe Máximo”. Lo rodean disfraces de todo tipo que bailan en un desfile enloquecido.
Rivera afirmó: “En él, hombres uniformes simbólicos, de rostros como máscaras, cargaban contra espantapájaros de paja mientras las multitudes callejeras tocaban obedientemente sus matracas”.
Danza de los Huichilobos.
Alude a la conquista española y por supuesto todo está teñido de violencia. Vemos al dios de la guerra Huitzilopochtli vestido como un militar contemporáneo (un disfraz también). La gente baila al son de la música y al fondo, un desfile de las tropas mexicanas y francesas representan la batalla. Arriba el artista coloca el letrero de una cantina, “La gran victoria”, que enmarca el sentido alegórico de la obra.
Rivera quiere retratar el violento choque de las dos culturas que acabaron formando México.
México folklórico y turístico.
Visión satírica de los turistas extranjeros que vienen a México. Una comparsa se mofa de los urbanitas condescendientes que en su ignorancia sobre la cultura de su propio país desvirtúan las expresiones populares, como el caso de esa señora rubia vestida elegantemente, acompañada de dos burros de traje que portan monedas toma notas en su libreta.
Rivera muestra a la señora observar altiva desde lo alto la orgía carnavalesca de asnos, cerdos, bufones y calaveras.
Leyenda de Agustín Lorenzo.
Aquí se plasma la escena del enfrentamiento entre el bandido-héroe romántico del siglo XIX y las tropas francesas. Al parecer, Agustín Lorenzo fue uno de esos bandidos generosos que acabaría dirigiendo la lucha de campesinos contra las tropas francesas.
La imponente figura de Agustín Lorenzo se abre paso entre el fuego y levanta su machete, demostrando valor ante los soldados franceses que disparan sus fusiles.