Ciudad sobre una roca
Más Goya que Goya.
No es 100% seguro que este cuadro sea de Goya. Incluso en el Met —donde se exhibe— tienen sus dudas, y algunos creen que puede ser de algún seguidor hardcore de Goya como Eugenio Lucas Velázquez.
Aún así, estamos sin duda ante un paisaje goyesco. Es una ciudad asediada, rodeada de violencia y mal rollo, con criaturas voladoras acechando en el cielo. Cañones y antorchas iluminan la oscuridad de la noche y la muchedumbre —esa turba goyesca— espera amenazante para de alguna manera acceder al peñasco, como si de La noche de los muertos vivientes se tratara. En Aragón —de donde era el pintor— había algún que otro pueblo elevado sobre algún peñasco, quizás porque así es más fácil de defender. Pero ese aspecto inexpugnable se torna aquí casi claustrofóbico.
Desde luego, bien podría ser una obra de Goya. La obra fue comprada en España por un coleccionista estadounidense en España en los años 80 del XIX y tiene claramente sus maneras, su carácter. Parece una mezcla de uno de sus disparates con una de sus pinturas negras. Sin embargo es tan evidente su estilo, es tal su forma de pastiche, que parece más un homenaje (o una falsificación, o un plagio) que un Goya real. Es más Goya que Goya.