Concepto espacial, espera
Lucio Fontana pintaba con cuchillas.
¿Y si en vez de pincel el artista utilizara una cuchilla…? Es lo que hacía Lucio Fontana con sus lienzos monocromos. Rasgarlos, agujerearlos, romperlos… y con ello conseguía dar un paso más en la pintura de esos años, que parecía que ya lo había dicho todo.
Fontana debió tener un accidente un día con uno de sus cuadros. Probablemente se le desgarró la tela, pero descubrió algo interesante: un espacio metafísico nuevo. Evidentemente, lo que descubrió fue la pared, pero en un sentido más filosófico, vio que la superficie del lienzo había cambiado. Se expandía ahora, formaba parte de nuestra realidad, ya no era una ilusión. De las dos dimensiones el cuadro había pasado a las tres, y además abruptamente.
Al hundir la cuchilla en la superficie tensada, al meterse en el interior del cuadro, de alguna manera Fontana consiguió su sueño imposible de todo artista de vivir en su obra. Podemos ver estas cuatro rajas del lienzo como puertas a otra realidad, a un vacío oscuro… tengamos en cuanta que eran tiempos de exploración espacial, tanto de los astronautas como de los artistas.
A partir de obras como esta ya no se le puede llamar a los cuadros de Fontana pinturas, al menos no de todo. Quizás escultura, quizás décollage, quizás algo nuevo…
Ni que decir hay que estas obras fueron polémicas por varias razones: la primera, la más evidente, la del cuñado indignado de turno cuestionándose si esto es arte… Y lo cierto es que probablemente tenga razón… Rajar un lienzo roza un poco el ridículo, por no decir la estafa, pero tengamos por favor en cuenta los años que eran en Italia (la dolce vita, martinis, Hepburn y Peck en Vespa, artistas conceptuales cool…) y lo que este humilde crítico ha escrito arriba. Al menos el arte de Fontana merece hacernos trabajar la mente, y eso ya es algo.
La segunda: las connotaciones violentas de este tipo de obras. Son connotaciones quirúrgicas, incluso sexuales. El artista crea arte por el placer de la transgresión. Es como violar el lienzo con su fálica cuchilla… El corte (o herida) actúa como pincelada, como gesto del artista, como apropiación del objeto.
El caso es que eran tiempos de artistas machirulos, artistas torturados que nos hablaban de pasión, dolor, sacrificio… pero eran tiempos también en que el arte feminista estaba empezando a salir de las madrigueras para hablar de tú a tú con sus colegas de pincel y falo y este arte tenía algo de incómoda violencia velada.